14 obras del autor: Giorgione - (Giorgio Barbarelli)

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Apunte Biográfico

Giorgio Barbarelli da Castelfranco más conocido como Giorgione, (Castelfranco Véneto; h. 1477 - Venecia, 1510), pintor italiano, representante destacado de la escuela veneciana.

Giorgione es conocido por la poética calidad de su trabajo y por el hecho de que se conoce con certeza la autoría de muy pocas de sus obras (aprox. 6), entre otras razones porque dejó varios cuadros inacabados, que completaron otros pintores. Esto unido a la escasez de datos biográficos e incógnita sobre el significado de su pintura, lo han convertido en uno de los pintores más misteriosos de la Historia del arte.

A pesar de ser una figura oscura de la Historia del Arte, se cuenta dentro de la nómina de pintores biografiados por Giorgio Vasari en su célebre Vite (Vidas). El pintor debió nacer en el pequeño pueblo de Castelfranco Véneto, pero no quedan datos de su origen familiar. Aparece citado como Zorzi e incluso Zorzo en la documentación de su época (difieren estos nombres según la dicción veneciana), aunque su verdadero nombre era Giorgio.

Paolo Pini, por primera vez, le llama Giorgione en sus Diálogos de la pintura, nombre con el que hoy es mundialmente conocido. Vasari explica que se denomina así:

Por las hechuras de la persona y por la grandeza de su ánimo fue llamado Giorgione, el cual, aunque había nacido de humildísima estirpe, no obstante no fue más que gentil y de buenas costumbres durante toda su vida. Fue educado en Venecia y se complacía continuamente en las cosas del amor y le gustaba admirablemente el sonido del láud, y tanto, que él tañía y cantaba a la vez tan divinamente que por ello, se empleaba a menudo en varias músicas y reuniones de personas nobles.

Carlo Ridolfi, en 1648, por el contrario, le hace descender de una familia acomodada y nativa de Vedelago (Provincia de Treviso), en una biografía cuestionada por los estudiosos posteriores, por sus errores y omisiones.

Conocemos su aspecto físico gracias al autorretrato del museo Herzog Anton Ulrich de Brunswick, que sirvió como modelo para el grabado de la 2º edición de las Vidas de Vasari. Se atribuye a su autoría este autorretrato debido a su mano e incluso a que, el examen radiográfico nos muestra que está pintado sobre una tela que contenía una Virgen con el Niño de estilo giorgionesco.

La edad en la que llegó a Venecia también es desconocida, pero las evidencias prueban la tesis de Ridolfi de que fue admitido a la edad de 10 años como aprendiz en el taller de Giovanni Bellini, que era por entonces el pintor más famoso de la ciudad.

En su estilo se advierten, además de las recibidas de su maestro, las influecias de Antonello da Messina, quien había dado a conocer la técnica del óleo en Venecia; de Leonardo da Vinci, del que tomó el sfumato; e incluso en la actualidad se piensa que recibió alguna indicación de Vittore Carpaccio en sus momento iniciales.

Su talento fue pronto reconocido, según los documentos de la época, por el hecho de que en 1500, cuando sólo tenía veintitrés años (según la cronología que da Vasari), fue elegido para pintar los retratos del dux Agostino Barbarigo y del condotiero Consalvo Ferrante.

En 1504, le fue encargado un retablo en memoria de Matteo Constanzo para la iglesia de san Liberal en su ciudad natal. En 1507, recibe por orden del Consejo de los Diez, libramiento de pago por un cuadro (hoy perdido) para la decoración de la nueva Sala de Audiencias de Palacio Ducal.

De 1507 a 1508 trabajó, junto a otros artistas de su generación como Tiziano, en los frescos de la fachada del nuevo edificio del Fondaco dei Tedeschi, sede de los mercaderes alemanes en Venecia. Se conoce el litigio de 1508 para la liquidación de su trabajo pero no los frescos, ya que sus fachadas daban al Gran Canal y las inclemencias del tiempo han ido destruyéndolos. En el siglo XVIII, el grabador Antonio María Zanetti realizó sus propias copias, gracias a las cuales conocemos la disposición y la temática; además de unos pequeños restos que representan a una Mujer desnuda conservados todos ellos en la Galería de la Academia de Venecia.

Ya había participado en trabajos similares en la Casa Soranzo, la Casa Grimani alli Servi y otros palacios venecianos. También pintó por encargo para coleccionistas privados, y en esto se diferencia de los otros artistas de su tiempo, que trabajaron sobre todo para grandes instituciones públicas o para la Iglesia.

Vasari da mucha relevancia en su biografía del pintor al encuentro con Leonardo da Vinci, en su visita a Venecia en 1500, acontecimiento que influyó sumamente en su obra.

En septiembre u octubre de 1510, murió a causa de la peste que asolaba Venecia. Días después de su fallecimiento, la gran mecenas Isabel de Este, escribiría desde Mantua a Taddeo Albano, su corresponsal en Venecia, para que se asegurara una Noce de Giorgione para su colección. Este hecho revela la fama que Giorgione gozaba en el momento de su prematura muerte. La fecha de 1510 la conocemos precisamente a través de esta correspondencia.

También su fallecimiento es referido por Vasani en su Vidas:

Mientras Giorgione atendía a honrarse a sí mismo y a su patria, en el mucho conversar que él hacía para entretener con la música a muchos amigos suyos, se enamoró de una señora y mucho gozaron el uno y la otra de sus amores. Ocurrió que en año de 1511 ella se contaminó de peste; pero Giorgione, ignorante de su enfermedad, siguó tratándola y se contagió, de manera que en breve tiempo, a la edad de 34 años, pasó a la otra vida, no sin dolor de sus amigos, que le amaban por sus virtudes.

Todas las fuentes representan a Giorgione como un personaje de distinguido y romántico encanto, un gran amante, un gran músico, capaz de expresar en el arte el placer, el esplendor, la sensualidad, matizada de poética melancolía, de una Venecia que vivía momentos de auge cultural.

La escasez de noticias sobre su vida, la dispersión de su obra, pasadas de mano en mano por los coleccionistas, sin haber permanecido fija en iglesias, por su carácter laico, hace que ya en el siglo XVI se empiece a oscurecer su figura. Además el hecho de que Tiziano terminara algunas obras trae mayor confusión.

En el siglo XVII, inexactitudes transmitidas por su biógrafos y las falsificaciones (al menos 50) realizadas por Piero della Vecchia fomentaron su mitificación, hasta el extremo de dudar de su existencia a principios del siglo XIX.

A partir de ahí, se realizaron estudios científicos serios sobre el autor. Contribuyeron a esclarecer su figura la publicación en 1800 del anónimo Morelliano, manuscrito de Marcantonio Michiel y la correspondencia de Isabel de Este, publicada en 1888.

Desde 1925, los museos realizan pruebas de radiografía a sus cuadros para autentificar su obras. Sobre las de Giorgione se realizaron en 1931 en la Venus, en 1932 en Los tres filósofos y en 1939 en La tempestad.

Asimismo se celebraron exposiciones antológicas que reunieron gran parte de su obra en Venecia en 1955 y en 1978.

Sus amplios conocimientos le hacían sobresalir con gran maestría tanto en la técnica del fresco como en el empleo tradicional del temple y el óleo sobre tabla, así como el innovador uso del lienzo. Dominaba el dibujo, pero no se sometía en la ejecución final de sus obras al plan inicial trazado, sino que variaba su concepción durante la realización del cuadro.

Se pueden advertir dos etapas dentro de la evolución de su estilo:

1 En un primer momento se encuentra ligado a la pintura de los maestros de Quattrocento veneciano, aunque se atisbaba el surgir de una poderosa personalidad por su originalidad en el tratamiento del paisaje totalmente invadido de luz. Los temas religiosos pertenecen a este período. Destaca así el Retablo de Castelfranco que culminaría esta fase, revelando ya innovaciones en la disposición de las figuras, sin salirse de la tradicional Sacra conversazione.

2 La plenitud de su obra aporta libertad de ejecución y riqueza de efectos cromáticos. Arriesga la técnica a cambio de mayor expresividad. Destaca el uso del paisaje no como marco sino como personaje de la obra. Ejemplos de esto lo tenemos en La tempestad o Los tres filósofos.

Los avances que supuso la figura de Giorgione en la pintura fueron:

_ Riqueza cromática: Uso Giorgione una gran gama de colores, mucho más rica que sus predecesores del Quattrocento, porque consideraba que para ganar en expresividad debían someterse todos los elementos al color.

_ Empleo del lienzo: Fue el interés por el color lo que lo llevó al uso de la nueva técnica del lienzo que sustituiría a la tradicional tabla de la pintura italiana. La tela unía a su facilidad en el transporte y una mayor economía, la posibilidad de que sobre su textura se consiguieran efectos de color más adaptados a su estética.

_ Paisaje como parte fundamental: De la perspectiva lineal de Quattrocento basada en elementos geométricos y matemáticos, busca apoyarse en elementos atmosféricos y ambientales, dejando de analizar por separados las figuras para dar una visión más unitaria en el espacio en que están situadas. Por primera vez, Giorgione pinta paisajes con figuras en vez de una figura con paisajes. Esto sienta una base importante para el desarrollo del arte moderno.

_ Cuadros de género: Su temática es profundamente profana, a pesar de contar con cuadros religiosos, a los que desposeía de todo misticismo propio del asunto y de la época. No pretende mover a la devoción, enaltecer gestas históricas, ni componer asuntos simplemente alegóricos. Es lo que hoy podríamos llamar El arte por el arte.

Giorgione representó para la escuela veneciana un avance similar al de Leonardo da Vinci en la Toscana veinte años antes, superando la rigidez arcaica y dotando a la pintura de mayor libertad en colores y temática. Fue la entrada de Cinquecento en la república veneciana.

Giorgione, además de retablos y retratos, realizó cuadros sin el sentido didáctico o devocional de los temas mitológicos o religiosos, en los que la acción se sustituía por el mero hecho de la contemplación de la belleza a través de las representaciones de sentimientos poéticos o líricos. Tuvo enorme influencia en sus contemporáneos y en sus inmediatos sucesores de la escuela veneciana, como Tiziano, Sebastiano del Piombo (quien se formó en su taller), Palma el Viejo, Giovanni Cariani y Domenico y Giulio Campagnola.

Los apenas 10 años que estuvo en activo hacen que su obra sea escasa. A esto se unen los problemas de identificación de sus cuadros, debido al halo de misterio que rodea la biografía de Giorgione. Destacan:

_ Retablo o Pala de Castefranco: (c. 1505) Sacra conversazione, distribuida a través de una composición triangular en el que se ve a la Virgen entronizada con el Niño, custodiada por los Santos Liberal y Francisco de Asís. Fue una obra de encargo en homenaje al hijo del condotiero de su ciudad natal, como retablo del altar donde se enterraría. Es de las pocas obras de Giorgione que siguen en su situación original en la iglesia de San Liberal.

_ La tempestad: (c. 1508) Ha sido llamado el primer paisaje de la Historia del Arte occidental. El significado de la escena no es claro, pero su maestría es evidente. Representa a un soldado y a una mujer desnuda dando el pecho a un niño, separados por un arroyo. Al fondo se ve una ciudad y en el cielo la tormenta que su título indica. La multitud de símbolos que tiene el lienzo ofrece muchas interpretaciones pero ninguna lo suficientemente satisfactoria. Las teorías que apuestan por la dualidad (hombre - mujer, ciudad-campo) han ido decreciendo al comprobar en un estudio radiográfico, que el hombre era originariamente una mujer desnuda sentada. El tema parece un mero pretexto para la realización de un ejercicio de imaginación creadora; este cuadro, de colores fríos y saturados, ejerció una gran influencia en la pintura posterior.

_ Los tres filósofos (1509) Es igualmente enigmático y su atribución a Giorgione es aún disputada. Las tres figuras permanecen en la boca de una oscura cueva vacía. Sus personajes han sido interpretados como los Reyes Magos o como símbolos ante la cueva de Platón. También como representación de las tres edades del hombre. Aparecen sumidos en el típico sueño giorgionesco, reforzados por un haz de luz, característico de otros paisajes del pintor, como el Concierto campestre. La pincelada parece que se oriente casi exclusivamente a la creación de efectos cromáticos.

_ Venus dormida o Venus de Dresde: (c. 1510) Primero atribuida a Morelli y actualmente reconocida a Giorgione. Se supone que es la misma que lucía según Rinaldi en la Casa Marcello de Venecia. Goza de un exquisito y puro ritmo de líneas y contorno, unido a su innovadorara presencia al aire libre. La textura de las telas donde yace la diosa y el armonioso paisaje dotan al cuadro del justo equilibrio entre placidez y sensualidad. Esta obra quedó inacabada a su muerte, siendo completada por Tiziano, lo que pudo ser un prototipo de su Venus de Urbino. Una reciente restauración ha borrado un Cupido que existía en el paisaje, posteriormente añadido.

_ Retratos: Giorgione y el joven Tiziano trabajaron juntos en la producción de retratos, por eso es difícil su identificación. El único firmado y datado por el maestro es el Retrato de una joven dama (Laura) (1 de junio de 1506). Destacan sus innovaciones más allá de la figura en si. Se distingue por la dignidad, claridad y sofisticada caracterización de la dama retratada.

(Información obtenida de Wikipedia)