55 obras del autor: El Veronés - (Paolo Caliari)

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Apunte Biográfico

Paolo Caliari o Paolo Cagliari (Verona, 1528 - Venecia, 1588), conocido como el Veronés, fue un pintor italiano, es el gran decorador del manierismo veneciano.

Hijo de un picapedrero, que inició a Paolo en el modelado, nació en Verona, en el barrio veronés de San Paolo; era el menor de los siete hijos del matrimonio Caliari, Gabriele y Caterina. Es en Verona, donde se formó como pintor y ciudad de la que toma su apelativo.. Desde 1541 fue discípulo y ayudante del veronés Antonio Badile, con cuya hija Elena contrajo matrimonio, con ella tuvo cuatro hijos: Gabriele, Carlo, Ercole y Ottavio.

En 1556 se estableció definitivamente en Venecia, donde desarrolló su arte, siendo una de las figuras destacadas de la escuela veneciana. En 1555 o 1556 recibe en Venecia su primer encargo representativo: la decoración de la sacristía y los techos de la iglesia de San Sebastián. Allí crea un ciclo de pinturas con perspectiva "sotto in sù".

En 1560 viaja a Roma para estudiar los techos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, cuya influencia se deja notar en las obras posteriores, como los frescos de la Villa Barbaro, en Máser (principios de la década de 1560). Esta colaboración entre Veronés y Palladio influyó en las arquitecturas que se representan en sus cuadros posteriores.

A principios de los años 1570, la familia Cuccina le encargó una serie de cuadros de gran formato sobre tema bíblico: La Virgen y la familia Cuccina, Adoración de los Reyes, Las bodas de Caná y Camino del Calvario, en los que Veronés representa un estilo renovado, profundizando en el color e incrementándose el claroscuro. Los cuatro se encuentran en la Galería de Dresde y no ha de confundirse estas Las bodas de Caná con la versión anterior que del mismo tema se guarda en el Museo del Louvre.

En 1573 fue llevado ante el tribunal de la Inquisición, al entenderse que pintaba los temas religiosos con una excesiva libertad que rozaba la irreverencia. Veronés argumentó que añadía personajes, animales y otros elementos por exigencias creativas.

Aprendió de los grandes venecianos, Tintoretto y Tiziano, así como los pintores de Emilia, como Parmigianino. Se le considera creador, junto con Tiziano, de un gusto suntuoso y colorista, que en Venecia se prolongó hasta el siglo XVIII.

Prefiere los grandes formatos. Su estilo se caracteriza por el lujo, la arquitectura clásica que enmarca sus escenas y el rico aunque suave colorido. Amigo de Palladio y otros grandes arquitectos de la época, enmarca sus escenas en amplias arquitecturas, rasgo que lo hace precursor del barroco. En sus cuadros aparecen columnas, arcos y escalinatas. Su tratamiento del color se anticipa a la pintura francesa del siglo XIX. Prefiere los tonos fríos y claros: gris, plata, azules y amarillos.

Su temática es religiosa, pero representa las escenas bíblicas al modo de las grandes fiestas venecianas, reflejando así la alegría de vivir y el esplendor de la república de los dogos. Los trajes son fastuosos y el ambiente, suntuoso. Puebla sus obras de multitud de personajes en grandilocuentes arquitecturas. Estos alardes creativos chocaban frontalmente con la fidelidad histórica de los hechos bíblicos, lo que motivó las fricciones entre el artista y la Iglesia.

Con el paso de los años, fue decayendo su vigor físico y el tamaño de sus pinturas. No decayó, sin embargo, la gracia y la juventud de su espíritu. Sus damas, siempre vestidas (a diferencia de las de sus colegas), se muestran perfectamente enjoyadas y ataviadas, fiel reflejo de las modelos venecianas que posaron para él. Sólo en su última pintura aparece un cierto patetismo, quizá como un presagio de la muerte inminente.

En cuanto a su técnica, usa un empaste ligero, lo que permite innumerables transparencias. Le interesa la perfección del dibujo.

Se considera uno de los artistas más destacados de la escuela veneciana, aunque de un manierismo innegable. Su trascendencia en el estilo posterior permiten clasificar su obra de prebarroca, en particular por la elegancia de la forma, su gusto por las atmósferas diáfanas y el sentido decorativo de la composición.

Veronés influyó en pintores posteriores, como Rubens, Tiépolo y otros pintores del barroco. Este pintor y Rubens son los grandes maestros del pasado que admiraba el pintor romántico Eugène Delacroix.

Son cientos las obras que se conservan de Veronés, fecundidad creadora que se explica en función del trabajo en equipo.

Falleció en 1578 a causa de una enfermedad nada patética, un resfriado. Sus restos reposan en San Sebastiano, en la Venecia que le adoptó y en la que envolvió de color, gracia y primavera.

(Información obtenida de Wikipedia)