Pintor, arquitecto y escritor italiano, nació en Arezzo en el año 1511, fue discípulo de Guglielmo de Marcillat. Confirmadas sus brillantes aptitudes por Luca Signorelli, a quien el padre había confiado las obras de su hijo, Vasari tuvo la ocasión de exhibirlas ante el cardenal Passerini que viajaba hacia Florencia. Al parecer, además de mostrarle sus dibujos, le recitó buena parte de la Eneida. El resultado fue que el influeyente personaje se llevó consigo al niño a Florencia para dejarlo al cuidado de artistas eminentes. Vasari estuvo un tiempo en el taller de Cellini, pero se formó en realidad en el círculo de Andrea del Sarto y, sobre todo, con Miguel Angel, fue él quien le orientó hacia la arquitectura, arte en el que descolló bastante por encima de sus cualidades pictóricas. Suyo es el Palazzo degli Uffizi y la galería que lo une cruzando el Arno, con el Palazzo Pitti.

Su actividad pictórica se centró en Florencia y en Roma, su fama hizo que Felipe II le invitara a ir a el Escorial, pero el precario estado de salud del artista se lo impidió.

Falleció el 27 de junio de 1574 cuando estaba concluyendo unos frescos en la cúpula de la catedral florentina.