423 obras del autor: Murguía de Castro - (Ovidio Murguía de Castro)
Clasificador |
N° de obras |
Siglos XIX y XX. Neoclasicismo/Romanticismo | |
- Paisajes y Vistas | 16 |
- Religión | 5 |
- Costumbres | 6 |
- Retratos | 12 |
- Mitología y Alegorías | 1 |
- Dibujos y Grabados | 137 |
Siglo XIX. Realismo | |
- Retratos | 8 |
- Paisajes y Vistas | 43 |
- Costumbres | 5 |
- Dibujos y Grabados | 185 |
- Bodegones y Flores | 3 |
- Desnudos | 1 |
Siglos XIX y XX. Modernismo | |
- Mitología y Alegorías | 1 |
Apunte Biográfico |
Ovidio Murguía de Castro (Lestrove (Dodro), 1871 - ?, 1900) fue un pintor gallego. Hijo de los escritores Rosalía de Castro, de quien hereda su sentimiento artístico, y Manuel Murguía, queda huérfano de madre a los 14 años hecho que sin duda afectará a su evolución pictórica. Comenzó a pintar en Santiago de Compostela, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, de la que era profesor José Fenollera. Murguia aparece vinculado al núcleo intelectual que se aglutina en La Coruña, ciudad donde expone con cierta asiduidad. En 1895 se traslada a Madrid, pero no sigue los caminos habituales ingresando en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ni solicitando las posibles pensiones para Roma, entonces poco menos que imprescindible para hacer carrera oficial. Su parentesco con el novelista Alejandro Pérez Lugín, en cuya casa reside, le permite asistir a tertulias literarias y relacionarse con artistas. Sale al campo, a la zona de la sierra de Guadarrama, a pintar paisaje del natural, y acude con frecuencia al Museo del Prado, donde realiza copias de grandes maestros, para ejercitarse en el oficio de pintor. En Madrid conoce al que será su protector, Eugenio Montero Ríos y a quien le debe el proyecto para la decoración del Palacio de Lourizán en Pontevedra. Su padre, hombre ambicioso, le relaciona con políticos influyentes de la época para los que ha de realizar escenas de género, muy en boga entonces, y decoraciones murales para sus palacios. Ovidio cumple estos encargos, aunque a regañadientes, hasta que decide liberarse de ellos por completo y vivir alegremente, a la bohemia, una vida que su precaria salud no le tolera. Concurrió a algunas exposiciones, pero su cortísima vida no le permitió cuajar la obra a la que sin duda su temperamento estaba destinado. Representante de la llamada generación “Doliente”, aborda temas costumbristas muy marcados por la tradición realista naturalista en su primera etapa. Será sin embargo un eslabón fundamental en la renovación del paisajismo cuando, apartándose en la medida de sus posibilidades de las hormas academicistas, comience a “pintar del natural”, dotando a su pintura de gran pulso vital, plasmando una emoción que fusiona el naturalismo con la espiritualidad del romanticismo. La pintura de Ovidio Murguía figura en los museos de Galicia, especialmente en los de Pontevedra y La Coruña, donde está la más representativa. Falleció prematuramente de tuberculosis en 1900 con tan sólo 28 años de edad, hecho que más tarde hizo que fuese encuadrado dentro de la denominada Generación Doliente gallega. (Información obtenida de Wikipedia) |