Tomás García Sampedro (Muros de Nalon, Asturias 1860 - Muros de Nalon, Asturias, 1937) fue un pintor artístico español. Nacido en Muros de Nalón, Asturias en 1860, se licenció en Farmacia, pero dedicó toda su vida a la pintura. Con largas estancias en el extranjero, principalmente Roma, donde alcanzó gran prestigio.

Nacido en Muros de Nalón, el 17 de mayo de 1860. Sus padres eran también de Muros, se llamaban José García y Josefa Sampedro, gente humilde, pero trabajadora, porque a lo largo de su vida, su posición fue mejorando, lo que permitió al joven Tomás estudiar.

Los estudios primarios los hizo en el Colegio religioso de Los Cabos, en Pravia, y los de Segunda Enseñanza en el colegio que dirigía en Oviedo don Diego Terrero, científico, fotógrafo y poeta. Obtuvo el grado de bachiller, y en 1876 se traslada a Santiago de Compostela para cursar los estudios en la Facultad de Farmacia, obteniendo la licenciatura en junio de 1880. Con la aydua del pintor Casto Plasencia, tras su licenciatura en 1880 marcha a Madrid. En Madrid trabaja en el estudio de Plasencia y asiste a sus clases en la Academia de San Fernando y en el Círculo de Bellas Artes, que se acababa de fundar. En 1886, gracias a dos de sus cuadros, «La carta de luto» y «Después del baile», la Diputación de Asturias determinó pensionarle para que completara los estudios en Roma. Como la crítica romana alabó grandemente su cuadro «La cuna vacía», que fue reproducido por «La Ilustración Artística» de Barcelona, la Diputación de Asturias decidió prorrogar por dos años más su estancia en Roma. Puede decirse, sin dudarlo, que la fama de Tómas García Sampedro se cimentara sobre esa cuna vacía.

Al ser pintor famoso se dedica por espacio de cuatro años a viajar, a recorrer Italia y Francia, para contemplar las obras maestras de la pintura universal. Durante esos años también pintó algo, aunque no tanto como otros pintores contemporáneos suyos, que prefirieron el fruto verde al fruto maduro. Su cuadro más representativo de esta época es «En las catacumbas», obra ambiciosa, cuya ejecución abandona, en principio, no volviendo a la misma hasta pasados algunos años.

De época es también el cuadro titulado «A la caída de la tarde», que pintó en Roma, donde mereció unánimes alabanzas; y que presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1890, donde alcanzó una tercera medalla, aunque toda la crítica se mostró conforme en que merecía más alta recompensa. Fue adquirida por el gobierno para decorar el palacio del Consejo de Ministros y hoy en el museo del Prado .

Regresa a Roma, atraído por su ambiente artístico; con el propósito de ejecutar allí una obra de gran tamaño, que preveía presentar a la Exposición Nacional de 1892. Pero tuvo la desgracia de enfermar, lo que le obligó a abandonar Roma, dado que había caducado su pensión, y su situación financiera era delicada.

Regresa a Muros de Nalón, donde recupera la salud y decide residir permanentemente en este su pueblo natal. En 1897 concurre a la Exposición Nacional de Bellas Artes con el cuadro «A orillas del Nalón», que le valió la condecoración de caballero de la Orden de Carlos III. Poco más tarde reside por temporadas en Madrid, Barcelona y París. Pero al cabo retornó a Muros de Nalón, hasta su muerte.

Pintó un retrato del rey Alfonso XIII niño para el Casino Español de Guantánamo, en Cuba, y otros muchos cuadros suyos figuraron en colecciones particulares americanas. También continuó concurriendo a exposiciones nacionales y regionales, obteniendo una medalla de plata en la Exposición Regional de Gijón, y en 1903 obtuvo un premio en metálico en la exposición celebrada en el Retiro de Madrid, con el patrocinio del Círculo de Bellas Artes. Desde el 6 de noviembre de 1905 fue miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Falleció en su casa estudio de la Pumariega en Muros de Nalón, Asturias en 1937.

Fueron discípulos suyos los pintores José Sotero Fernández, entre otros.

(Información obtenida de Wikipedia)