166 obras del autor: Barradas - (Rafael Barradas)

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N° de obras
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Siglos XIX y XX. Modernismo
- Costumbres e Interiores6
- Retratos4
- Bocetos y Dibujos11
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Siglo XX. Vanguardias Históricas/Expresionismo
- Paisaje Urbano5
- Retratos15
- Bocetos y Dibujos3
Siglo XX. Vang. Hist./Futurismo/Vorticismo/Rayonismo
- Paisajes y Vistas12
- Costumbres y Espectáculos10
- Retratos22
- Bodegones y Flores8
- Automóviles y Maquinismo1
- Bocetos y Dibujos31
- Carteles y Obra Gráfica9
- Varios7
Siglo XX. Vanguardias Históricas/Realismo
- Bocetos y Dibujos19
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- Varios1

Apunte Biográfico

Montevideo. (1890 - 1929)

Uruguayo, hijo de emigrantes españoles, comienza en 1907 a frecuentar los ambientes literarios y a publicar algunos dibujos y caricaturas suyas en la prensa. Tras realizar varias exposiciones de su pintura en Montevideo, parte en 1913 hacia Europa, en un viaje que le trae hasta Barcelona. Allí se instala y comienza a publicar sus dibujos en “L’Esquella de la Torratxa”. Barradas quiere conocer Madrid y en el transcurso del viaje, cae enfermo, teniendo que ser hospitalizado en Zaragoza. En esta ciudad se casa en 1915 y comienza a trabajar para la revista “Paraninfo”. De regreso a Barcelona, mientras la familia subsiste fabricando juguetes de artesanía, el pintor realiza trabajos editoriales, hasta que, en 1918, realiza una exposición individual en las galerías Layetanas, con obras de carácter “vibracionista” y sus dibujos comienzan a aparecer en revistas de vanguardia como Arc voltaic. Ese mismo año, decide trasladarse a Madrid, donde nada mas llegar, trabaja para el diario “El Fígaro” o “Prensa Gráfica”.

En 1919, se integra definitivamente en la vida cultural madrileña, frecuentando la Residencia de Estudiantes o las tertulias del café Pombo, que le acercan a las corrientes de vanguardia y se adscribe al “Ultraismo”, publicando numerosos dibujos en las revistas del movimiento. Su amistad con Gregorio Martínez Sierra, empresario del Teatro Eslava, le abre un nuevo campo de creación, realizando escenografías, figurines o carteles de teatro. Su amistad con Lorca, Dalí o Buñuel, se intensifica y crea su propia tertulia en el Café de Oriente denominada como la de “los alfareros”.

En cuanto a su estilo, pasa en estos años, de un acercamiento al cubismo, a realizar una pintura más cercana al realismo, con una paleta sombría. En 1925, sus obras aparecen ocupando dos salas de la Sociedad de Artistas Ibéricos, consagrándole definitivamente como artista. Tras una breve estancia en Barcelona, regresa a Montevideo en el año 1928 donde meses antes de morir, recibe un gran homenaje en el teatro Solís de la misma ciudad.