Formado en Ingeniería y Derecho, se inicia como pintor asistiendo a las clases de Cecilio Pla. Fue siempre un hombre culto y de gustos exquisitos, lo que se refleja en la delicadeza de sus composiciones, y muy especialmente en los trabajos sobre papel, donde se percibe su sensibilidad, su gusto por la composición sencilla y su poético refinamiento en el uso del color.

En sus primeros dibujos se percibe la influencia del ultraísmo, movimiento al que se había acercado por su amistad con los grandes poetas del momento.

A partir de 1930 y tras un viaje a la Provenza francesa con Picasso, comienza a trabajar sobre la figura, tema que será decisivo en sus realizaciones. A partir de 1950 desarrolla una figuración más esquemática y a la vez más luminosa, predominando decididamente en sus últimos trabajos el color sobre la línea.