76 obras del autor: Hernández - (Mateo Hernández)

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N° de obras
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Siglo XX. Vanguardias Históricas/Expresionismo
- Paisajes y Vistas1
- Costumbres y Espectáculos1
- Animales10
Siglo XX. Vanguardias Históricas/Realismo
- Retratos4
- Bodegones y Flores3
- Bocetos y Dibujos57

Apunte Biográfico

Béjar, Salamanca, 1884-1949,Meudon

Escultor, sobre todas las cosas, Mateo Hernández es un artista autodidacta que aprende, del taller de cantería de su padre, el amor por la piedra y por la naturaleza. Su hermano Román, profesor ayudante de la escuela de Artes y oficios de Béjar, le anima a que siga las clases y será un apoyo fuerte y constante en esos comienzos casi siempre marcados por la duda, cuando no por las dificultades. Se traslada primeramente a Salamanca y mas tarde a Madrid, donde gracias a un pensionado de la diputación salmantina, consigue ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Pero su carácter rebelde e individualista, choca de lleno con los programas educativos y el academicismo que allí se imparte. Frente al modelado tradicional, pugna por el trabajo directamente sobre la piedra y la recuperación de los procedimientos artesanales. Sufriendo la incomprensión incluso de sus colegas, que le califican de picapedrero, regresa a Salamanca, pero allí tampoco es valorado y apenas recibe encargos por lo que desesperanzado, marcha a París con tres pesetas en el bolsillo en el año,1913.

Con la intención de conocer a su admirado Rodin y entrar en su taller como discípulo, viaja a Meudon, pero el maestro no le admite. Es este un periodo de decepción, sumada a los graves problemas de subsistencia, una de sus primeras esculturas parisinas, una cabeza femenina, esta realizada con un adoquín de granito, robado de una calle que iba a ser pavimentada. La suerte cambia cuando conoce a una maestra de escuela, Fernande, que le apoya y mantiene con su humilde sueldo para que pueda dedicarse por completo a su arte. El genero animalista y los retratos van a ser el eje de su producción, acudiendo a diario al zoológico cargado de bloques de piedra para trabajar directamente frente a la jaulas. El Louvre y sus colecciones de escultura Egipcia y Asiria van a ejercer sobre el artista una gran fascinación así como inspiración, determinando el rumbo de su carrera.

Progresivamente comienza a exponer en los salones y a obtener los primeros éxitos de crítica que le llevan a obtener en 1925, el Gran Premio de Escultura en Piedra. A partir de este momento la escalada de éxitos es imparable. Ya con gran reconocimiento, acompañado de Fernande, compra una casa en Meudon donde se rodea de animales: cinco perros, tres zorros, un chacal, un canguro, dos lechuzas, un búho, un gavilán, un águila, treinta canarios, una tortuga, dos cerdos, gallinas, patos, ocas, conejos y una osa. La guerra civil española, le posiciona a favor de la república y la segunda guerra mundial, le obliga a refugiarse en su estudio donde realiza el “Gran autorretrato sedente”. Terminada la guerra, prematuramente envejecido por tantos años de penuria y esfuerzo y un ritmo de trabajo brutal, continua trabajando en grandes esculturas abusando de su salud, que afectada por un problema cardiaco termina con su vida en 1949.