Jean Laboureur nace en Nantes (Francia) en 1877. Manifiesta un talento precoz para el dibujo pero estudia derecho en París. Paralelamente aprende el grabado con Auguste Lepère y la litografía con Toulouse-Lautrec (1895-1898). Para Laboureur el grabado original es una obra de por sí “un dibujo que se afirma voluntariosamente por lo áspero que es la herramienta empleada”. Más tarde profundiza sus conocimientos en los museos alemanes (1899-1903), y posteriormente se va a vivir en Estados Unidos por algunos años (1903-1908) donde realiza algunos estampas y grabados sobre madera, enseñando las grandes ciudades industriales. Toma el nombre de Jean-Emile.

De vuelta en Europa, viaja y se instala definitivamente en París en 1910. Laboureur se interesa al cubismo y adopta la geometrización y la simplificación de las formas sin dejar de ser figurativo. Frecuenta a Guillaume Apollinaire y Marie Laurencin. Queda movilizado de traductor en el ejército británico, después en el de Estados Unidos, durante la segunda guerra mundial que, de ninguna forma, interrumpe su actividad creadora. Produce durante y después de la guerra varios conjuntos de grabados con buril sobre cobre (“En los Flandes británicos”, “Pequeñas imágenes de la guerra en la frente británica” , “Tipos del ejército americano en Francia”).

En la inmediata posguerra el artista se dedica a la ilustración de obras de Larbaud, Gide u otros, realizando grandes planchas grabadas. Entre 1920 y 1938, Laboureur ilustra sesenta y seis libros, realiza treinta y nueve frontispicios, sin renunciar a las planchas individuales de inspiración libre. En 1923, Jean-Emile Laboureur funda una Asociación de pintores y grabadores que promueve el grabado, la litografía, el grabado con buril o el xilograbado. A principios de los años 30, realiza un conjunto de paisajes al aguafuerte (La Grande Brière).

Jean-Emile padece hemiplejía en 1938 y abandona toda producción artística. Muere en 1943 en Pénestin (Bretaña Sur, Francia ).