84 obras del autor: il Correggio - (Antonio Allegri)
Clasificador |
N° de obras |
Siglos XV y XVI. Renacimiento | |
- Religión. Cristo | 1 |
Siglo XVI. Renacimiento/Manierismo | |
- Retratos de Mujer | 2 |
- Retratos de Hombre | 2 |
- Religión. Vírgenes | 9 |
- Religión. Santos | 7 |
- Religión. Cristo | 8 |
- Dibujos y Grabados | 44 |
- Mitología y Alegorías | 11 |
Apunte Biográfico |
Antonio Allegri da Correggio (Correggio, cerca de Reggio Emilia, agosto de 1489 – ibídem, 5 de marzo de 1534) fue un pintor italiano del Renacimiento, dentro de la escuela de Parma que se desarrolló en la corte de los Farnesio durante el apogeo del Manierismo en Italia.
Fue contemporáneo de Rafael y de Miguel Angel, artista dotado de una dulzura y sensualidad casi únicas en la historia de la pintura, nació en una pequeña población, por cuyo nombre sería conocido, de Reggio Emilia, gobernada por un príncipe y situada en la vecindad de Parma. Fue hijo de Pellegrino de Allegri y de Bernanda Ormai, de procedencia campesina, aunque acomodada posición. Estudió anatomía con su tío Lorenzo y con el doctor Lombardi. Cuando la peste se apoderó de su villa natal Antonio acompañó, en su huida a Mantua, al príncipe Manfredo de Correggio y a su pequeña corte. En Mantua pudo estudiar con Mantegna, y posiblemente, recibir lecciones directas del gran maestro del escorzo y de las atrevidas perspectivas, que luego pasarían a sus frescos. Cuando la peste amenazó Mantua, Correggio regresó a su aldea. Su época estelar comenzó en 1519, se instaló en Parma para realizar el encargo de la abadesa Giovanna Piacenza del convento de San Paolo: debía decorar la cámara de la monja que había reunido a su alrededor un prestigioso grupo de humanistas. En lugar de las consabidas representaciones religiosas, Correggio pintó una espléndida Diana cazadora, acompañada por las tres Gracias, con ello alegró la contemplación de la humanista abadesa. En ese mismo año se casó con Girolama Merlini, hija del escudero del marqués de Mantua, que se convirtió en una de sus modelos favoritas. Acomodado en Parma, con su esposa y los cuatro hijos nacidos del feliz matrimonio, pintó una espléndida serie de Vírgenes con Niño. Es comúnmente considerado como pionero del uso de la luz. Consigue sensación de ingravidez. De gran sensibilidad y delicadeza, pinta a niños, adolescentes y figuras femeninas suaves y de blanda sensualidad. Comienza como un renacentista clásico, posteriormente recibe la influencia manierista y acaba, por su dinamismo y profundidad espacial, anticipando el barroco. En su madurez, su estilo es noble y equilibrado, con sombras transparentes y diseño fluido. Sus trabajos son descritos en las Vidas de Giorgio Vasari. En sus primeras obras sigue el estilo de Mantegna: _ Evangelistas (1507), basílica de S. Andrés de Mantua. _ Los desposorios místicos de Santa Catalina (1509), Washington. Sus cuadros posteriores se suavizan. Utiliza ambientaciones nocturnas y manieristas. _ Retablo de san Francisco o Madonna de san Francisco (1514–1415), Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde. _ San Jerónimo (1515-1518), Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid. _ La Virgen y el Niño con el pequeño san Juan (h. 1516), Museo del Prado, Madrid. _ Madonna llamada «Campori» (1517–1518), Módena, Galería Estense. _ Virgen con san Juan niño (1517), Milán. _ La Adoración de los Magos (1516–1518), Pinacoteca de Brera, en Milán. _ Noli me tangere (h. 1518), Museo del Prado, Madrid. Tras su estancia en Roma, se encarga de diversas obras en Parma, en particular frescos en diversas iglesias: _ La Camera di San Paolo (1519), frescos encargados por la abadesa Giovanna da Piacenza para el refectorio del convento benedictino de S. Paolo. _ Pintó al fresco la cúpula, el ábside, los intradós de los arcos de la cúpula, el friso de la nave principal y el friso que recorre el coro de la iglesia de San Juan Evangelista de Parma (1520–1523). _ Los frescos de la catedral de Parma (1526–1529). La Asunción de la Virgen, pintada en la cúpula es considerada su obra maestra. Crea una ilusión óptica de profundidad hacia el infinito, con perspectiva en contrapicado. En la realización de los frescos abandona el método del estarcido, para poner el dibujo sobre cuadrícula. Los frescos de las cúpulas, tanto de la iglesia de San Juan Evangelista, como de la Catedral de Parma, fueron muy estudiados por los decoradores del siglo XVII. Los cuadros al óleo que pinta a su vuelta de Roma, reflejan esa influencia de los grandes maestros del Renacimiento italiano, con su particular manierismo: _ Júpiter y Antíope (h. 1524–1525), Museo del Louvre en París. _ La Virgen adorando al Niño (1524–1526), Galería de los Uffizi en Florencia. _ Sagrada Familia y Santos (h. 1526), en la Galería Nacional de Parma. _ Los desposorios místicos de santa Catalina (1526–1527), Museo del Louvre, París. _ Madonna de la escudilla (1530), Parma. _ La adoración de los pastores, también llamada «La noche» (1529–1530), Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde. A finales de los años 1520 confirma su tendencia prebarroca. Al entrar al servicio de Federico de Gonzaga, trata temas mitológicos y alegóricos: _ La alegoría de los vicios y La alegoría de las virtudes (h. 1529–1530), Museo del Louvre, París. _ Dánae (h. 1530), Galería Borghese de Roma. _ Júpiter e Ío (h. 1531), Viena. Zeus aparece como una nube que toma a la voluptuosa y sensual Ío. _ El rapto de Ganímedes (h. 1531–1532), Museo de Historia del Arte de Viena. _ Leda con el cisne (h. 1531–1532), Staatliche Museen, Berlín. Los cuatro últimos cuadros citados formaron una serie encargada por Gonzaga y regalada al emperador Carlos V. Se conservan cerca de un centenar de dibujos de Correggio, principalmente estudios preparatorios a la sanguina para los cuadros o las grandes decoraciones. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid exhibe un Retrato de eclesiástico que comúnmente se le atribuye. El 5 de marzo de 1534 Antonio Allegri dejó de pintar. Dejaba inacabado un cuadro que le había sido encargado por los regentes de la capilla de san Agustín de la ciudad de Parma. Al día siguiente fue enterrado en la capilla de san Francisco. Su hijo Pomponio Quirino heredó los pinceles, el caballete y el estudio del padre, pero no su genialidad. Sería tan sólo un modestísimo pintor, incapaz de proseguir la fascinante sensualidad de las figuras y de los ambientes que su padre había creado. (Información obtenida de Wikipedia) |