EL MODERNISMO

Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX.
Según los distintos países, recibió diversas denominaciones: Art Nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale (en Italia), y Modernismo (en España e Hispanoamérica).
Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, llevando a cabo una ruptura con los estilos dominantes en la época, inspirándose en la naturaleza a la vez que se incorporan novedades derivadas de la revolución industrial.
En gran medida sus aspiraciones se basan en las ideas de John Ruskin y William Morris, que podemos resumir en democratizar la belleza en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tengan valor estético y sean asequibles a toda la población (socialización del arte), aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva.
El modernismo no sólo se da en las artes mayores, sino también en el diseño de mobiliario y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana. A menudo los artistas modernistas son artistas "integrales”. Consecuentemente se dio en arquitectura, pintura, escultura y en las artes decorativas (muebles, herrajes, lámparas, joyas, carteles, etc.).
Las características que en general permiten reconocer al modernismo propiamente dicho son:
- La inspiración en la naturaleza, con preferencia por los elementos vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
- El uso de la línea curva y la asimetría, tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.
- Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente la representación estrictamente realista de éstos.
- Fuerte tendencia al uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas.
- Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, con un guiño hacia lo erótico en algunos casos.
- La libertad en el uso de motivos de tipo exótico, tanto fruto de pura fantasía como inspirados en distintas culturas.
El modernismo tuvo su mayor auge entre los años 1892 y 1902.
Un punto destacado en la evolución del modernismo fue la Exposición Universal de París del 1900, en la cual el modernismo triunfó en cada medio expuesto. De todos modos se puede decir que alcanzó su apogeo en la Exposición Internacional del Arte Decorativo Moderno de 1902 en Turín, Italia, donde los diseñadores exhibieron obras de todos los países europeos donde el modernismo floreció.
Aunque es parte de una corriente general, que surge en toda Europa, el Modernismo adquiere una personalidad propia y diferenciada en Cataluña, entre 1888 (fecha de la Exposición Universal) y 1898 (fin de la guerra de Cuba y pérdida de las últimas colonias españolas).
Los pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol elaboran una síntesis del tenebrismo castellano y el impresionismo. Esta moderna expresión burguesa de la cultura contará con la respuesta de una nueva generación (Isidro Nonell, Joaquín Mir, Xavier Nogues, Joaquín Torres-García y Manolo Hugué) que se reúnen en el célebre café de “Els quatre Gats” bajo la definición de “noucentisme” neologismo formulado por el escritor y esteta Eugenio D’Ors para calificar un nuevo estado de ánimo nacido con el siglo.
El Modernismo significa libertad, la posibilidad de desarrollar cualquier forma, color o idea y la pintura no fue una excepción. La libertad de expresión se puede observar tanto en las amables escenas burguesas de Ramón Casas, como en las duras figuras marginales de Nonell.
El Modernismo pictórico catalán presenta una gran variedad y riqueza de temas, esta es la razón por la que algunos especialistas prefieren hablar de "Pintura del periodo modernista" en vez de "Pintura Modernista". A pesar de todo, algunos pintores como Rusiñol, Ramón Casas, Meifrèn, Mir, Utrillo, LLuïsa Vidal y otros son considerados en ocasiones como los estrictos representantes del Modernismo. Otros como los hermanos Masriera representan, bajo este punto de vista, una tendencia más tradicional -más cercana al academicismo, pero entendido como un refinamiento del realismo no basado en normas clásicas- dentro del Modernismo.